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Con exposición de pruebas científicas, continúa el juicio por el crimen de Nora Dalmasso
La exposición de los resultados bioquímicos de las muestras extraídas del escenario del crimen de Nora Dalmasso, ocurrido en noviembre de 2006 en la localidad cordobesa de Río Cuarto, y la declaración de un efectivo de seguridad son dos de las diligencias que se llevarán a cabo este miércoles, durante una nueva jornada del juicio que se le sigue al viudo Marcelo Macarrón como presunto instigador del asesinato.
Para la 24ta. audiencias del juicio fue citado el bioquímico Daniel Zabala, quien expondrá los resultados del estudio de muestras extraídas del cuerpo de Nora (51), encontrado en su vivienda del barrio Villa Golf.
Ante el jurado popular y el tribunal técnico del juicio también prestará testimonio el suboficial Juan Antonio Santucho, quien cumplía funciones de seguridad en un puesto de ingresos y egresos de ese barrio.
El viudo Macarrón está acusado por el delito de «homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal», que contempla la pena de prisión perpetua.
La pieza de acusación fiscal elevada a juicio sostiene que presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón «en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales».
En esa línea de hipótesis describe que mientras el acusado se encontraba en la ciudad de Punta del Este participando de un torneo de golf, entre las 20 horas del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, al menos una persona ingresó en la casa de Nora, en barrio Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto, describe la acusación.
El homicida, «aprovechándose de la indefensión de la víctima, aguardó que ésta realice su rutina previa al descanso y abordó a Nora Dalmasso una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda».
En esas circunstancias y «cumpliendo el plan delictivo acordado previamente con Macarrón y sus adláteres, la tomó del cuello, ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa«.
Seguidamente, «utilizó el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación, realizando un ajustado doble lazo alrededor del cuello, ocasionando la muerte por asfixia».