Actualidad
Megaestafa de Generación Zoe: condenaron a Leonardo Cositorto a 12 años de prisión

El Tribunal de Goya condenó a 12 años de prisión a Leonardo Cositorto, el fundador de Generación Zoe, por asociación ilícita con la que estafaron a al menos a 98 inversores en la provincia de Corrientes.
El juicio terminó el viernes, con el veredicto de los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte. Hoy, el proceso que comenzó a las 8.30 brindó los detalles sobre el tiempo que pasarán en prisión el imputado y sus socios.
Condena y escándalo
El viernes, después de escuchar la decisión del Tribunal, el CEO de Generación Zoe tuvo que ser retirado de la sala de audiencias, con las esposas puestas, tras un duro cruce que tuvo con los magistrados que lo condenaron.
“Está mintiendo. Es una vergüenza. ¡Ustedes están comprados!“, les gritó el empresario desde el banquillo de los acusados, e insistió en su inocencia: “Nunca hubo una pirámide, es una estupidez lo del ponzi”. A todo esto, el juez Carabajal tomó el micrófono y le reclamó a los policías que lo estaban custodiando: “¡Pónganle las esposas y sáquenlo de la sala!”.
Si bien la condena no quedó firme, y las defensas de los imputados pueden apelar el fallo ante Casación, Cositorto deberá volver a la prisión de Bower, en Córdoba, donde estaba detenido antes de que comenzara el juicio. Esto se debe a que el acusado tiene que afrontar otros procesos penales, entre ellos la causa madre contra Generación Zoe, que tramita en la Justicia de Villa María, ante la fiscal Juliana Companys.
El primer juicio contra Cositorto
El juicio en Corrientes contra Generación Zoe se centró en un esquema de estafa piramidal que, según la Justicia, estuvo encabezado por Cositorto. Los 98 denunciantes que llevaron al empresario a la cárcel sostienen que la organización les prometía altos rendimientos económicos a cambio de dinero, pero no cumplió con sus promesas, dejándolos sin respuesta.
Durante el juicio, la fiscalía, representada por Rubén Barry y María Eugenia Ballará, presentó distintas pruebas para demostrar que los acusados habían planificado y ejecutado una estafa a gran escala, utilizando el mundo de las criptomonedas y el auge del coaching financiero como pantalla para atraer inversores.
Los funcionarios explicaron que Generación Zoe no era más que una “fachada” que permitió a los imputados cometer delitos de estafa reiterada y asociarse ilícitamente para lucrar a costa de quienes confiaron en sus promesas.
Durante el juicio, el abogado querellante, Pablo Andrés Fleitas, reforzó estos argumentos y pidió que todos los acusados fueran condenados por los delitos de asociación ilícita y estafa continuada. Fleitas explicó que las víctimas fueron engañadas con planes de ganancias falsas y promovidas mediante promociones mensuales, que servían como carnada para atraer más inversores.
La defensa, en cambio, rechazó las acusaciones y argumentó que no se había probado ninguna de las imputaciones. Cositorto se defendió señalando que el proceso judicial había carecido de pruebas concretas, como pericias contables sobre las empresas que manejaba, y criticó tanto a la fiscalía como a la querella por no haber logrado definir a los damnificados ni los montos involucrados en la estafa.
El imputado aseguró que lo que ocurrió fue un “incumplimiento de contrato”, algo que habría sido impulsado por la intervención de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que en su momento bloqueó fondos e intervino en la organización.
