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Roger Waters salió a defenderse: «No soy antisemita, lo que condeno es lo que hace el gobierno israelí»
«Yo sé muy bien lo que siento en el corazón, y no he tenido un solo pensamiento antisemita en toda mi vida. Lo que conde es lo que hace el gobierno israelí, y lo seguiré condenando porque está mal, y estuvo mal desde el comienzo. Bueno, se terminó el tiempo: ¡Detengan el genocidio ahora! Lo más fácil es señalarme como antisemita, y es porque no tienen un compás moral, no pueden tener un argumento sólido desde el lado israelí de la cuestión. Están cometiendo asesinato, están cometiendo genocidio, están oprimiendo a otro pueblo», dijo el exlíder de Pink Floyd en declaraciones a Página/12.
Y añadió: «Es una limpieza étnica que vienen ejecutando desde hace 75 años, desde el día uno de la nakba. Han matado a cientos y cientos de personas, han cometido atrocidades, masacres que vienen sucediendo desde entonces. No más. Se terminó. ¿Pero encerrarme, mandarme a dormir al establo? ¡Es tan estúpido! Es una locura que la gente en Argentina acepte este sinsentido del Faena y el Four Seasons, y cómo se llamen los otros hoteles. Es absurdo. ¡Deberían pensar un poco más y comportarse como adultos!».
La polémica se inició cuando el fin de semana ambos alojamientos cancelaron las reservas de habitaciones para el artista y su personal, previstas para los próximos días, del mismo modo que ocurrió en el Sofitel de Montevideo, tras una queja presentada a sus administradores por parte de Roby Schindler, presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, en una nota en la que calificaba a Waters de «misógino, xenófobo y antisemita» y lo acusaba de «aprovechar su fama como artista para mentir y vomitar su odio hacia Israel y todos los judíos».
Acto seguido, un grupo de legisladores de Juntos por el Cambio, encabezado por Sabrina Ajmechet, Alejandro Finocchiaro y José Luis Espert, presentó un proyecto de declaración en el que llama a manifestar «un profundo repudio ante la presencia del cantante en nuestro país», a partir de una entrevista en la que aseguró que el Estado de Israel «inventa historias» sobre los ataques del grupo islamista Hamas en Israel del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas.
Waters dio a entender que el propio Israel podía ser el responsable de los ataques.
«Tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos y hablo abiertamente del genocidio del pueblo palestino. Y voy a seguir haciéndolo. Porque se está cometiendo un genocidio ahora mismo, todos los días en Franja de Gaza y Cisjordania y todos los territorios ocupados. Y tiene que detenerse. Ha llegado el momento de que todos nosotros en todo el mundo, todos los hermanos y hermanas digan basta. No más. No se le puede permitir a Israel que siga con este repugnante desenfreno genocida», dijo el músico en la entrevista concedida al diario porteño.
Y prosiguió: «Los Roby Schindler de este mundo tratan de silenciarme porque creo en los derechos humanos y ellos no. Son una sociedad colonial a la que nada detiene, ni siquiera el asesinato en masa, para proclamar su supremacía sobre otros pueblos y otras religiones. La gente del mundo tiene que detenerlos. Como seres humanos es un absoluto deber moral enfrentarse a ellos. Y puede escribir esto: me hace reír, sería realmente muy gracioso si no fuera tan infame, tan repugnante y estúpido».
«Tenemos que permanecer unidos. Porque negar el genocidio, el bombardeo sobre Gaza, la muerte de 4 mil niños y bebés… Están muriendo niños en Gaza porque no tienen oxígeno en sus incubadoras. Me rompe el corazón cada segundo que esto continúa. Todos deben pararse y decir `Israel, no más. Deténganse ahora mismo. Ustedes se están comportando como animales, ustedes son los monstruos en esta historia, ustedes son los terroristas´», amplió.
Roger Waters hizo estas declaraciones desde un hotel de San Pablo, en donde optó por permanecer y trasladarse desde allí para los conciertos en Montevideo y Buenos Aires. Incluso, lamentó que tuvo que cancelar una cena prevista con el expresidente uruguayo José Mujica, de quien dijo que era amigo, a raíz de estas complicaciones con su hospedaje.
«Estos conciertos estén rodeados del lobby israelí, me pone furioso. Está llevando la atención afuera de `This is not a Drill´ (nombre de su actual gira), y la música que estoy haciendo desde hace 60 años. Usarlo de una manera que busque sostener el régimen de Israel y el atroz tratamiento a los pueblos originarios, los palestinos, hace que deje de ponerse el foco en estos shows, que serán grandiosos, porque el público de Buenos Aires es fantástico, lo he experimentado antes, y amarán este show», concluyó.