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Recibieron un bandoneón para restaurar y se llevaron una sorpresa con lo que había adentro
Taller Galván, un reconocido emprendimiento surgido en 2014 de la mano de Pedro Galván y que se dedica a recuperar el brillo del alma del tango, recibió un encargo especial de parte de un cliente.
El pedido era restaurar un bandoneón bastante deteriorado por el paso del tiempo para que el padre del cliente, de 96 años, pudiera volver a tener en sus manos un instrumento que sonara como en sus años mozos.
Se trataba de un bandoneón AA, de origen alemán y con el fuelle súper destruido.
Al abrirlo, delante del cliente, se sorprendieron juntos: «No sólo nidos de cucarachas, que comúnmente hemos visto varios bandoneones con eso y quizá una cucaracha muerta, pero ¡esta vez estaban todas VIVAS! Sí, sí, toda la familia de cucarachas en todo el bandoneón… ¡Mamita querida!», contaron, para dar cuenta de los insectos que se habían alojado en toda la estructura del instrumento muy ligado al tango.
Luego de abrirlo y ver el estado del interior, los destacados luthiers procedieron a realizar una rápida limpieza para retirar las cucarachas vivas y muertas que había, así como también los restos de suciedad.
Y agregaron: «Ahora nos queda el desafío de resucitar este bandoneón en muy poco tiempo. Manos a la obra».
Pese a la desagradable sorpresa, los siete integrantes de Taller Galván (Romina, Lucila, Joaquín, Diego, Julián, Santiago y Pedro) confían en poder terminar el trabajo rápidamente para que el bandoneón pueda recuperar su estética y su sonido original y sorprender a su dueño.