Tras una intensa búsqueda se confirmó la muerte de los tres andinistas argentinos desaparecidos en el cerro Marmolejo, que estaban desaparecidos desde el jueves 30 de noviembre cuando comenzaron el descenso el descenso.
Raúl Espir, Sergio Berardo e Ignacio Javier Lucero eran amigos que decidieron emprender este viaje con la idea de sumar nuevas experiencias. La expedición comenzó el 22 de noviembre y descenderían ocho días después.
Sin embargo eso no pasó. Familiares y amigos perdieron total comunicación y tras dar aviso a las autoridades comenzó un gran operativo que contó con rescatistas de Argentina y Chile. Y con el peor final para ellos.
Ignacio Lucero, de 49 años, era un andinista especializado, que según su página web, cuenta con cerca de 90 travesías en diversas partes del mundo. Era instructor, guía de trekking y relataba una de las expediciones más influyentes de su vida cuando en 2011 sufrió un infarto en Nepal.
Allí explica que a 7.400 metros de altura sufrió un infarto y luego un ACV por lo que estuvo más de 20 días internado. Aun así, tras su recuperación debió hacer rehabilitación ya que había perdido parte del habla y la marcha, algo que lo dejó en una gran depresión.
Acerca de Raúl Espir se conocía que también es un reconocido andinista, pero también por estar ligado a la política. Era jefe comunal de la ciudad pampeana de San Martín por Juntos por el Cambio y este año consiguió la reelección.
Por último, Sergio Berardo era escribano y el único de los tres que no tenía mayor conocimiento sobre dichas expediciones ya que hasta el momento había realizado solo seis cumbres.
Agostina, hija del intendente de la ciudad de La Pampa, utilizó sus redes sociales para mandarle un mensaje de apoyo a su papá y agradecerle el compromiso de Villarruel con la causa, antes de conocer la trágica noticia: “Vamos Pa, en lo más profundo de mi corazón sé que estás haciendo todo para poder salir, que los 3 juntos van a salir. Te amamos”.
A horas del mediodía, un helicóptero del Ejército Chileno hallo la carpa que los amigos utilizaron durante su aventura a 4.000 metros de altura. Y cerca del lugar los cuerpos de los tres andinistas argentinos desaparecidos.