Lunes 7 de octubre de 2024
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Policiales

Pidieron la prisión preventiva contra el comisario de la Bonaerense por el caso Lucas Escalante y Lautaro Morello

El fiscal que investiga el crimen de Lautaro Morello, el joven asesinado en diciembre pasado luego de haber desaparecido de Florencio Varela junto a su amigo Lucas Escalante, cuyo paradero aún se desconoce, pidió la prisión preventiva para el comisario mayor Francisco Centurión, uno de los tres policías detenidos por el caso.

El requerimiento del fiscal Daniel Ichazo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Berazategui, fue presentado en las últimas horas ante el juez de Garantías de ese distrito, Julián Busteros, quien ahora deberá resolver si hace lugar al mismo.

Según fuentes judiciales, el instructor judicial pidió que al comisario mayor se le dicte la prisión preventiva por los delitos de «sustracción de caudales públicos en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por haber durado más de un mes (en el caso de Escalante) y por ser cometida con violencia».

En tanto, los peritos informáticos de la Policía Federal Argentina (PFA) utilizaban un software especial para tratar de acceder al contenido del teléfono celular de Centurión.

En total, se secuestraron siete aparatos de comunicación móviles vinculados al comisario mayor y su familia, y en algunos de ellos ya se encontraron indicios de interés para la pesquisa.

A su vez, para los próximos días se aguardan los resultados del cotejo de las muestras tomadas del cadáver de Morello (18) exhumado el viernes pasado con el perfil genético de sus padres.

Esta diligencia fue solicitada por la familia de la víctima, ya que nunca se certificó genéticamente que el cuerpo perteneciera al joven.

Las mismas fuentes recordaron que la identificación del cuerpo, que se encontró semicalcinado, se había realizado a través de las huellas dactilares, por lo que para los investigadores no hay dudas de que pertenece a Morello.

Por su parte, el comisario mayor hasta el momento no dio su versión de los hechos ante el fiscal, ya que luego de haber sido detenido a mediados de julio se negó a declarar al ser indagado.

En esta causa, también están detenidos Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino del jefe policial, ambos acusados del homicidio de Morello y de la privación de la libertad de Escalante; y el exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz, por el encubrimiento del caso.

El mayor de los Centurión, quien ya fue desafectado de la fuerza por decisión de la Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, resultó herido de un tiro en un tobillo cuando intentó fugarse de los policías federales que fueron a detenerlo a su casaquinta de la localidad de La Capilla, en Florencio Varela.

A raíz de ello, debió permanecer en observación y con custodia policial durante dos días en el Hospital Maternal «Mi Pueblo», tras lo cual, lo alojaron en la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, en la calle Gral. Madariaga 6976, en el barrio porteño de Villa Lugano.

Escalante (26) fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.

El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo por «asfixia mecánica».

El último destino en el que quedó acreditado que estuvieron los dos amigos, en base a la declaración de testigos y por el análisis de antenas de celular y cámaras de seguridad, fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en La Capilla.

Si bien el móvil del hecho aún no está esclarecido, una de las hipótesis que se investiga es que los dos principales imputados detenidos por el caso, Cristian y Maximiliano Centurión, le ofrecieron como anzuelo a las víctimas los vales de nafta gratuitos que tiene la policía bonaerense para abastecer los móviles de combustible.

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