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La actriz porno Mia Khalifa fue otra vez tendencia en Argentina por una fake news: decían que era «la prima de Milei»
«Ella es Romina Milei, prima de Javier. No termino el secundario y será asesora en el Ministerio de Economía. Tendrá un sueldo de $1.500.000″.
Mía Khalifa probablemente ni conozca quién es Javier Milei. Controversial, famosísima, es una de las actrices porno más conocidas del planeta. Sin embargo, su nombre se volvió tendencia en X (el ex Twitter) Argentina por el posteo de un usuario que afirmaba que en realidad se llamaba Romina, era familiar del libertario y que iría al Ministerio de Economía a agarrar un puesto por un millón y medio de pesos al mes. Pasado al valor dólar blue, apenas $1500 USD.
El posteo, publicado por el usuario @NachoLastraBaez, se volvió viral en cuestión de horas en redes, con más de 700 mil visualizaciones, en lo que se volvió un meme de los últimos tiempos: subir la foto de algún actor o actriz porno, denunciar que en realidad es familiar de algún miembro de «la casta» que está por agarrar un cargo, y esperar a ver cómo miles de usuarios caen en la trampa.
La fiesta en Olivos de Fabiola Yáñez durante la cuarentena, o el escándalo de Martín Insaurralde en un yate en Marbella con la modelo monotributista Sofía Clerici, por ejemplo, son los ejemplos más claros de esos privilegios.
En sintonía con ese clima de época, se multiplicaron las publicaciones a modo de escrache, donde se apunta contra algún personaje (real o no) y se le adjudica un puesto con sueldos millonarios. Si está bien hecho, puede levantar viralidad y multiplicarse entre las redes de cientos de usuarios que primero se enojan, luego comparten y nunca chequean.
Las desmentidas de las operaciones falsas, por otro lado, jamás consiguen la misma velocidad que las Fake News, por lo que estas versiones suelen quedar instaladas para grandes partes de la audiencia que se informa a través de redes sociales muchas veces.
Durante el último tramo de la campaña se viralizó un video realizado con inteligencia artificial (los llamados «Deep Fake») que mostraba a Sergio Massa aspirando cocaína, en un montaje que muchos se creyeron y resultó falso.
Lejos de Argentina, Mia Khalifa es una modelo de origen libanés que está en el centro de la tormenta por sus comentarios sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Pero en el país ya había protagonizado un viral en Facebook durante la campaña donde era «Graciela Massa», la sobrina de Sergio que iría a pasar a ANSeS con un sueldo de $1.480.000 pesos.
Otro de los actores porno que suele regresar cada tanto es el español Ángel Muñoz García, mejor conocido como el «niño polla», un YouTuber que se volvió famoso en el mundo XXX por su cara de niño.
Se trata de un fenómeno que no es solamente local. El año pasado, por ejemplo, el ex presidente mexicano Vicente Fox compartió en su cuenta de Twitter un posteo con la cara del «niño polla», donde se juraba que era sobrino de Andrés Manuel López Obrador (actual presidente) y tomaría un cargo en el área de Comunicación del ministerio de Transporte. Era un posteo nacido en Facebook que se volvió viral.
«Esta familia no para de destrozar nuestro país. Una tontería más», escribió Fox en su cuenta de Twitter. Decenas de usuarios se burlaron de él por creerlo, otros trataron de corregirlo, el tema se volvió noticia rápidamente. Pero otros miles de usuarios pisaron el palito y creyeron por buena la versión del Niño polla al frente de transportes. Más si era compartida por alguien de la autoridad de un ex presidente.
«La construcción de ese poder para influir la forma de pensar de las personas y llevarlas a la acción mediante una red de sentido creada a partir de una colección de ítems digitales en apariencia inocuos cuyas raíces profundas se encuentran en la cultura de internet es una novedad radical del campo comunicativo actual», explica el divulgador Juan Ruocco en su libro «¿La democracia en peligro?» (Editorial Paidós),
Allí analiza en profundidad cómo los memes se volvieron «el artefacto cultural de esta época» y la manera en que trastocaron la manera de influir en la vida política y democrática desde la campaña de Donald Trump en Estados Unidos en adelante. «La vida de un meme está determinada por las acciones de esa comunidad, que es quien los crea, copia, mezcla y difunde», escribe.
Durante la campaña, el mileísmo supo explotar el uso de memes. Incluso el propio candidato compartió de manera intensiva varias piezas a través de su perfil de Instagram. Algunos de ellos muy polémicos, como la ocasión donde planteó que la elección entre él y Massa era entre «tener dignidad o cagar en un balde».
También lanzó un posteo para tratar de desmentir algunas de las versiones que circularon sobre él durante la campaña. Algunas de ellas que planteó desmentir, sin embargo, sí eran ciertas.
Mientras tanto, en X habrá gente convencida de que hay una Romina Milei a punto de agarrar un cargo en Economía, que curiosamente es parecida a la sobrina de Massa que estuvo en ANSeS.