La entrega de los cuerpos de las víctimas se llevó a cabo en el sur de la Franja de Gaza, como parte de un acuerdo entre Israel y el grupo extremista respaldado por Irán.
Cada ataúd estaba adornado con la imagen del rehén y un mensaje propagandístico en contra del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Un gran cartel culpaba a Israel de la muerte de los secuestrados, mientras los terroristas mostraban supuestas municiones israelíes, reforzando así su narrativa.
Tras este episodio, Netanyahu expresó su dolor y calificó a los milicianos del grupo islamista como «monstruos».
«Abrazamos a las familias. El corazón de toda la nación está desgarrado. Mi propio corazón está desgarrado», dijo Netanyahu en un videocomunicado. También afirmó que «será un día muy difícil para el Estado de Israel».
Vale recordar que el padre argentino de los niños, Yarden Bibas, fue liberado en un intercambio de prisioneros el pasado 1 de febrero. En tanto, la esposa de Lifshitz, Yocheved, había sido liberada en noviembre de 2023 durante la única tregua de la guerra, en la que 105 rehenes fueron intercambiados por 240 presos palestinos.
Desde el alto el fuego del 19 de enero, 24 rehenes han sido liberados, incluidos cinco tailandeses. Las liberaciones previstas en la primera fase del acuerdo concluirán el 27 de febrero, con la entrega de más rehenes y cuerpos de fallecidos.
Los Andes