Cultura
El Museo del Hombre Chaqueño se prepara para el tradicional convite de caña con ruda
Según la tradición por estas regiones del país, cada 1 de agosto, hay que tomar un trago, en tres sorbos, de caña con ruda. Mejor si se toma en ayunas, pero se admite durante toda la jornada, ya que “no pierde su fuerza”. Los conocedores lo recomiendan a toda la familia, desde los niños a los ancianos. Es conocida como la “vacuna guaraní”.
El Museo del Hombre Chaqueño Profesor Ertivio Acosta (Juan B. Justo 280), dependiente del Instituto de Cultura del Chaco, realiza todos los años el 1 de agosto el “Ritual y Convite de la Caña con ruda” para mantener esta costumbre guaraní que ya es parte de nuestra cultura e invita a la comunidad a acercarse al museo a tomar los tres sorbos que indica la tradición.
Los horarios de atención son de lunes a viernes de 9 a 13 y 15 a 19 y este sábado 29 de julio de 9 a 13 horas para quienes deseen adquirir la caña cuyos precios son: 1 litro $ 1500, petaca (200 cc.) $ 1200 y Vial (100 cc.) $ 800.
La vacuna casera guaraní
Según la tradición por estas regiones del país, cada 1 de agosto, hay que tomar un trago, en tres sorbos, de caña con ruda. Mejor si se toma en ayunas, pero se admite durante toda la jornada, ya que “no pierde su fuerza”. Los conocedores lo recomiendan a toda la familia, desde los niños a los ancianos. Es conocida como la “vacuna guaraní”. Los documentos de la conquista nos hablan de que los guaraníes eran diezmados periódicamente por ciertas enfermedades que los afectaba en épocas de las grandes lluvias o intensos fríos, también posteriores afirmaciones que comentan las costumbres guaraníes, afirman el hecho de que a las grandes pestes las enfrentaban con ciertas bebidas espirituosas y yuyos mágicos. Se usaban para espantar los malos espíritus del cuerpo.
Ya relacionado con curaciones caseras, nuestros abuelos y abuelas trataban de quitar los males del espíritu con la famosa “contrayerba”, y la bebida de la “guaripola”, bebida muy fuerte, que luego por extensión es el nombre que recibe la caña blanca o caña paraguaya.
Al parecer, en tiempos de invierno nuestra gente de la región unía la guaripola con la contrayerba para prevenir las enfermedades de esa época, conocida en el folklore como “calentura” por la fiebre que produce y en guaraní “tirirí” o “chucho”.
Los españoles traen la ruda, acompañada de toda su fama de yuyo mágico con una historia tan particular que ya Aristóteles afirmaba que impedía el mal de ojo.
La mezcla milagrosa se realiza días antes del primero de agosto, se frota lentamente la ruda entre las palmas de la mano y en un litro de caña generalmente se colocan dos o tres gajitos de la mágica hierba.
A través de la Asociación Amigos del Museo se produce la Caña con ruda que se vende al público en el Museo del Hombre Chaqueño en sus dos variedades: la caña tradicional y la especialidad de la casa, la caña dulce, con quemadillo.