El Gobierno llevará a cabo un paquete de medidas fiscales que buscará aminorar la salida de divisas mediante él desincentivo a la demanda o, principalmente, obtener al menos una mayor recaudación tributaria a partir de la compra de dólar ahorro y la importación de bienes y servicios. En ese sentido, Economía busca recaudar un 0,8% del PBI, equivalente a $1,3 billones. El anuncio llegó junto con el del nuevo acuerdo con el Fondo y luego del fuerte salto del déficit fiscal durante el primer semestre, con un rojo que terminó en $1,8 billones, bien por encima de los $1,1 billones que permitía el acuerdo hasta ahora vigente.
Como primera medida, el dólar ahorro pasará a pagar 10 puntos más de percepción de Ganancias y se equipará con el dólar tarjeta: abonará un total de 30% por Impuesto País y 45% de anticipo de Ganancias. Es decir, lo mismo que ya se pagaba para las compras efectuadas en el exterior por menos de, USD300 y que afectaban especialmente a consumos como Netflix y Spotify. Hasta hoy, la percepción de Ganancias en la compra de dólar ahorro estaba en un 35%.
Desde Economía detallaron que «son en promedio 900 mil personas que compran USD 150 mensuales» (a pesar de que el cupo es de USD200) y pretende una «simplificación cambiaria, manteniendo el dólar Qatar para consumos superiores a USD300 mensuales«.
Nuevos impuestos para Importaciones
Por otra parte, las importaciones de servicios pasarán a pagar un 25% de Impuesto País «excepto: fletes, que se le aplicara la alícuota del 7,5%; salud y educación, exentos por artículo 36 de la Ley 27.541, y; recitales, que ya paga el 30%», tal como detallaron desde el Palacio de Hacienda.
Respecto de la importación de bienes, remarcaron que «se generaliza el impuesto País al 7,5% para todos los bienes, excepto: medicamentos y material para combatir el fuego, exentos por artículo 36 de la Ley 27.541, suntuarios, que ya pagan el 30%, combustibles, lubricantes, bienes vinculados a la generación de energía, así como insumos y bienes intermedios vinculados a la canasta básica alimentaria, seguirán sin pagar el Impuesto País».
En ninguno de los casos se aplica el Impuesto País si las importaciones que se realizan con dólares propios y tampoco las temporales, es decir, aquellas que ingresan para motorizar exportaciones posteriores, en agroindustria y automotrices.
En ese sentido, aclararon que «las importaciones temporales del Decreto 1330/2004 y Decreto 688/2002 (esquema RAF) de automotrices quedan fuera del alcance del Impuesto PAIS en la medida en que el pago de la importación se efectúa luego del cobro de la exportación relacionada y/o prefinanciación o anticipo con fondos propios».
La principal lectura entre analistas apunta a cierta preocupación por el impacto en precios que podrá tener una suba en el dólar importador. Desde el Gobierno la expectativa es que el impacto se vea minimizado y afirmaron que es relativamente «sencilla» la trazabilidad de precios para que no haya traspaso del costo al precio.
Dólar agro: beneficios para las economías regionales sin dólar soja
Por el lado de las exportaciones, el Gobierno amplió el esquema del dólar agro para economías regionales. Las exportaciones que se liquiden hasta el 31 de agosto de 2023 tendrán un dólar de $340, con lo cual proyectan juntar USD2.000 millones, incluido el maíz. Y aclararon que por el momento «no tienen previsto el lanzamiento de un nuevo dólar soja» en línea con el calendario de exportaciones, ya que en este segundo semestre «es cuando empieza la compra de maíz».
En esa línea, el Gobierno adelantó que desde el próximo miércoles 26 de julio se restringirá el acceso al MULC a los agroexportadores que tengan granos sin liquidar. Las autoridades calcularon que hay unos, USD3100 millones de dólares pendientes.
El Gobierno buscará sumarle al ajuste del gasto un incremento en la recaudación, para achicar el déficit fiscal. Un integrante clave del equipo económico en las negociaciones con el Fondo dijo que en Washington hubo aceptación acerca del impacto que la sequía tuvo en la economía local: “Con el fondo se sigue trabajando en todos los niveles. Vamos a tratar de buscar una solución técnica consensuada. Consensuamos con el Fondo en que los problemas que está teniendo la balanza de pagos no se deben a las políticas económicas sino a la peor sequía en la historia argentina. Hubiéramos podido cumplir holgadamente las metas».