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El Salvador reduce de 84 a 60 su número de diputados
El presidente Nayib Bukele firma un decreto para reducir el número de diputados en El Salvador, un cambio que algunos ven como un intento de controlar el territorio.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha firmado un decreto de rápida aprobación para reducir el número de diputados del país de 84 a 60, una medida que, según la ONG Acción Ciudadana, es un cálculo electoral del partido oficial y del presidente para mantener el control del territorio.
El cambio legislativo y las reacciones
Bukele informó de la firma del decreto a través de Twitter, donde explicó que la reforma al Código Electoral «elimina a los diputados por residuo, dejando únicamente los diputados asignados por cantidad de votos». La legislación, aún pendiente de publicación en el Diario Oficial, cambia cómo se asignan los escaños en el Congreso, actualmente de mayoría oficialista.
Eduardo Escobar, analista de Acción Ciudadana, opinó que la reducción del número de diputados busca «generar las condiciones para que el partido Nuevas Ideas obtenga o retenga la mayoría en la Asamblea Legislativa y también obtenga el mayor número de consejos municipales para mantener el control del territorio».
El impacto en el sistema político de El Salvador
Según Escobar, la reducción no solo viene acompañada de un cambio en las circunscripciones o un cambio en la fórmula electoral, sino que también «elimina» a la mayoría de los partidos opositores de la Asamblea Legislativa.
El sistema electoral de El Salvador cambiará a partir de 2024 al sistema D’Hondt, un método que distribuye los escaños en proporción al número de votos obtenidos por los partidos políticos. El gobierno de El Salvador dice que estos cambios pretenden reducir los gastos del Estado, promover la igualdad del voto, implementar la elección por cociente y favorecer la toma de decisiones a favor de la población.
Además de la reducción de diputados, Bukele también anunció una «reorganización de la división política administrativa» del país, que incluye la reducción del número de alcaldías de 262 a 44. Bukele justificó estas medidas como una guerra frontal contra la corrupción y anunció la construcción de una cárcel para los corruptos.
