Policiales
Un enfermero mató a sus pacientes con sedantes para «estar tranquilo con su celular”
Un enfermero alemán fue condenado a cadena perpetua por matar a sus pacientes con sedantes.
El estremecedor caso se dio durante el 2020 en Alemania, y la investigación develó que el enfermero solía suministrar sedantes a las personas a las que atendía con el fin de evitar molestias. Años después se conoció el veredicto del juicio en el cual el asesino fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de dos pacientes y por intentar acabar con la vida de otros seis.
Entre sus pacientes asesinados se encontraba el reconocido escritor Hans Magnus Enzensberger, quien falleció dos años más tarde debido a causas naturales.
El enfermero, de 26 años de edad, admitió en el tribunal haber inyectado sedantes a los pacientes en un hospital de Múnich con el objetivo de disfrutar de mayor tranquilidad durante sus turnos y, así, poder dedicarse a su teléfono móvil.
Aunque Enzensberger sobrevivió después de ser trasladado a cuidados intensivos, lamentablemente, otros dos pacientes no tuvieron la misma suerte.
Tras el inquietante caso de Enzensberger, que inicialmente carecía de explicación, un médico decidió investigar otros incidentes similares y descubrió que el mencionado hombre había sido el enfermero de guardia en todos los casos. Una vez comunicada esta información a la fiscalía, se inició el proceso legal correspondiente.
Durante el desarrollo del juicio, el acusado fue interrogado acerca de qué habría hecho de no haber sido detenido, y confesó que habría continuado procediendo de la misma manera con los pacientes.
“Quería que me dejaran en paz”, dijo el acusdo a la corte.
Según los fiscales que trabajaron en el caso, administró las drogas porque quería estar solo durante su turno, cuando a menudo tenía resaca.
Las víctimas del enfermero tenían 80 y 89 años
Las dos víctimas del enfermero, fueron pacientes que fallecieron en ese mismo ‘modus operandi’ y tenían 80 y 89 años.
Este caso recordó al del enfermero alemán Niels Högel, que fue condenado en 2019 a cadena perpetua por asesinar a 85 pacientes a su cuidado. Hoegel, considerado el asesino en serie más prolífico de Alemania, asesinó a pacientes con inyecciones letales entre 2000 y 2005 antes de que lo atraparan en el acto.