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Más de 1.000 muertos y al menos 100 rehenes israelíes en Gaza

La ofensiva desencadenada ayer por tierra, mar y aire por Hamas, que gobierna Gaza, dejó hasta esta noche en Israel más de 600 muertos y de 2.200 heridos, según el último balance oficial israelí.

En Gaza, el Ministerio de Salud señaló que los bombardeos lanzados como réplica por Israel ocasionaron 413 muertos y 2.300 heridos.

Los islamistas tomaron rehenes y los llevaron al enclave costero, entre ellos mujeres, niños y ancianos, secuestrados que en el pasado han canjeado por cientos, a veces miles, de prisioneros palestinos retenidos en Israel.

Según la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel, esta noche eran más de 100 las personas cautivas.

El contralmirante israelí Daniel Hagari dijo que los combates seguían en curso en el sur de Israel y que todavía había situaciones de rehenes.

«Todavía hay fuerzas enemigas dentro de Israel», dijo en una declaración a periodistas.

«Vamos a purificar la zona y atacar a los terroristas donde sea que estén», agregó, según el diario The Times of Israel.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba «en guerra» y que Hamas pagará un alto precio por el ataque.

El gabinete de seguridad israelí aprobó poner al país oficialmente en guerra y autorizar «actividades militares significativas», informó hoy la oficina de Netanyahu, lo que se interpretó como la antesala de una posible incursión militar terrestre en Gaza.

La declaración debe ser aprobada por la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del parlamento y luego el primer ministro deberá anunciarla ante el pleno del Legislativo.

Mañana, la comisión debería aprobar de manera retrospectiva el llamado a reservistas y declarar el estado de emergencia.

Esta noche, las Fuerzas Armadas de Israel reportaron el lanzamiento de más de un centenar de toneladas de bombas sobre distintos objetivos en la Franja de Gaza, principalmente en el barrio de Shuyaia, en Ciudad de Gaza, y Beit Hanun, en el noreste del enclave palestino, según la agencia de noticias Europa Press.

Paralelamente, Hamas dijo que lanzó ayer la operación cansado del bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007 y para vengar incursiones militares israelíes en Cisjordania, la ocupación y colonización de esos territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado y la profanación de sitios sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén este.

Líderes de Hamas dijeron que estaban preparados para una mayor escalada.

«La ocupación (de Israel) se encuentra en un auge de su agresión contra los civiles, no se puede hablar de una tregua mientras Israel intensifique esta guerra», dijo el vocero de Hamas, Hazem Qassem, según la agencia Sputnik.

El portavoz enfatizó que era prematuro hablar de una mediación, ya que será «el campo de batalla el que determine quién controla la situación».

Horas más tarde, el ala militar del movimiento islamista informó que había lanzado cohetes hacia el aeropuerto internacional de Tel Aviv.

«Las brigadas de Ezzeldin Al Qassam lanzaron cohetes contra el aeropuerto sionista Ben Gurión en respuesta a los continuos crímenes y ataques a edificios residenciales», informó el ala militar de Hamas en Telegram.

En Cisjordania, los otros territorios palestinos, el presidente palestino, Mahmud Abbas, acusó a Israel de «agresión militar» a Gaza y ordenó enviar ayuda humanitaria a la región.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y países de todo el mundo, incluyendo a la Argentina, condenaron los ataques de Hamas, y el papa Francisco pidió el fin de las hostilidades.

La Casa Blanca informó en un comunicado que «el presidente ordenó un apoyo adicional a Israel», y que la nueva ayuda militar estaba «en camino» y «habrá más en los próximos días».

El Pentágono detalló luego que Biden ordenó enviar el portaaviones USS Gerald R. Ford y los buques de guerra que lo acompañan al Mediterráneo oriental, al tiempo que reforzó los escuadrones de aviones de combate en la región, según la agencia AFP.

En tanto, Hamas equiparó la ayuda de Estados Unidos a Israel a una «agresión» contra los palestinos.

China pidió el cese de las hostilidades y la creación de un Estado palestino como solución de fondo.

La mayoría de los países islámicos, incluyendo a los árabes, se pusieron del lado de los palestinos, reasumiendo una posición histórica de énfasis en la exigencia de que Israel descolonice Cisjordania y Jerusalén este.

La Organización para la Cooperación Islámica (OCI), un bloque de 57 países musulmanes, acusó a Israel de la escalada.

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, dijo que Israel era responsable de la escalda de violencia con Hamas y llamó a los países musulmanes a apoyar a Palestina en su búsqueda de poner fin a la ocupación israelí y crear un Estado propio.

«El régimen sionista y sus partidarios deben ser considerados responsables en este asunto», afirmó Raisi en un mensaje dirigido «a la nación palestina», según la televisión iraní.

La ofensiva de Hamas coincide con crecientes gestiones entre Israel y Arabia Saudita hacia una normalización de relaciones, algo que preocupa a Irán.

Hoy, Israel afirmó que no dará marcha atrás a esa iniciativa: «No vemos ninguna razón para retirarlo de la agenda, creemos que hay países moderados en nuestra región que quieren normalizar las relaciones y vivir en paz, y definitivamente Arabia Saudita figura entre ellos», declaró el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan.

En el vecino Egipto, un policía mató a tiros a dos turistas israelíes y a un egipcio en un sitio arqueológico de la norteña ciudad costera de Alejandría, informó el Ministerio del Interior.

Egipto hizo la paz con Israel hace décadas y sirvió durante mucho tiempo como mediador en el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, el sentimiento antiisraelí es profundo en el país, especialmente durante los episodios de violencia.

En la frontera norte, Hezbollah atacó con artillería y cohetes posiciones israelíes en una zona del sur de Líbano ocupada por Israel, que respondió con bombardeos y agregó, en un comunicado, que se trató de una muestra de «solidaridad» con Hamas.

El Ejército israelí reportó que golpeó con un dron una «infraestructura terrorista de Hezbollah» en la zona fronteriza. Más temprano indicó que lanzó su artillería en el sur del Líbano en respuesta a tiros en la zona.

«Le recomendamos a Hezbollah no intervenir; si lo hace, estamos listos», advirtió el vocero del Ejército de Israel, Richard Hecht.

Hezbollah, uno de los enemigos más enconados de Israel, tiene vínculos estrechos con Hamas y con Irán.

En tanto, Hagari dijo a periodistas que la situación en la frontera norte estaba en calma después del intercambio de disparos.

Agregó que Israel bombardeó más de 800 objetivos dentro de Gaza desde el comienzo de las hostilidades, en la madrugada del sábado.

Además, dijo que tropas se habían trasladado a todas las comunidades cercanas a la frontera de Gaza, donde planeaban evacuar a todos los civiles y registrar el área en busca de milicianos.

El organismo de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, dijo que más de 20.000 palestinos dejaron la región fronteriza de Gaza para adentrarse más en el territorio y buscar protección en escuelas de la ONU.

Israelíes con familiares desaparecidos hacían fila frente a una estación de policía en el centro de Israel para proporcionar a los investigadores muestras de ADN y otros medios que pudieran ayudar a identificar a sus familiares.

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