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Juicio a Sebastián Villa por violencia de género: «Soy una excelente persona»
El futbolista de Boca Juniors, Sebastian Villa, se defiende en el juicio por violencia de género alegando ser una «excelente persona». Las declaraciones de Villa y su defensa contrastan con las graves acusaciones de su ex pareja, Daniela Cortés. El veredicto del caso se espera para el próximo viernes.
El destacado delantero colombiano Sebastián Villa, actualmente jugando para Boca Juniors, vuelve a negar las acusaciones de agresión contra Daniela Cortés. Vestido de negro y flanqueado por sus representantes y abogados, Villa hizo su declaración final antes del veredicto en la causa de violencia de género. Con voz temblorosa y a veces inaudible, Villa declaró: «Nunca le habría hecho daño a Daniela ni a su familia». El veredicto se espera este viernes a las 13.
Los cargos contra Villa y la respuesta de la defensa
La fiscalía pide una pena de 2 años y 3 meses por delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, además de amenazas coactivas. Sin embargo, la defensa, liderada por Martín Apolo, busca la absolución y sostiene que la denuncia presentada por Cortés es «falsa». Villa, en su declaración, afirmó: «Creo en Dios, por eso sé que todo va a salir bien, de la mejor manera. Él me está conteniendo mucho en estos días».
Según la denuncia, Villa habría agredido a Cortés el 27 de abril de 2020, durante la fase más estricta del aislamiento por el coronavirus. Cortés, quien reside en Medellín con su hija de una relación anterior, estuvo ausente en el juicio y declaró por videollamada.
Además, hay otra causa en curso contra Villa. Otra mujer, con la que mantenía un vínculo, lo denunció por una supuesta violación cometida en 2021. El caso está pendiente de juicio por abuso sexual.
Consecuencias del veredicto para Villa
Si Villa es declarado culpable por las lesiones y amenazas contra Cortés, no iría a la cárcel debido a que la pena es excarcelable. Sin embargo, este antecedente penal podría complicar su situación en el caso de abuso sexual pendiente, que es un delito con una expectativa de pena mucho más alta.