Policiales
Familia de un periodista chaqueño quedó afectada por un deslave

Hay un turista uruguayo, de 78 años, que falleció. Alfredo Blanco se hallaba con su mujer y sus hijas alojadas en ese hotel. La señora quedó cubierta de barro y la trasladaron a un sanatorio. Se encuentran bien. Sus hijas resultaron ilesas.
Cerca de las 18.45 del lunes se produjo un desplazamiento de tierra y ramas en el predio del complejo hotelero Villa Huinid, ubicado en el kilómetro 2,500 de la avenida de los Pioneros, obligando a evacuar a los pasajeros de uno de los edificios a otro del mismo complejo. El deslave se produjo a causa de las intensas lluvias.
Un turista uruguayo, de 78 falleció en tanto que buscaban a una pareja que por el momento está desaparecida. La habitación está cubierta de barro, ramas y piedras hasta el techo. Emplearon perros en la búsqueda.
Desde el Hotel Bustillo señalaron que la prioridad es darles acompañamiento a las víctimas y sus familias y trabajar en la contención de los huéspedes que están alojados en el hotel. Todos ellos fueron reubicados en hotel Pioneros y se encuentran bien.
Testimonio
Alfredo Blanco es el esposo de la mujer chaqueña que fue derivada a un sanatorio en los minutos siguientes al deslave en el hotel Huinid Bustillo. El relato en primera persona de un hombre que temió por su familia y escuchó una “explosión” que lo cambió todo.
“Cuando sentí esa explosión, automáticamente entré al edificio”, recordó Alfredo Blanco, un periodista que se encuentra de vacaciones en la ciudad y que se transformó en el protagonista de su propia noticia, quien vivió momentos dramáticos al ver a su esposa cubierta de barro en el pasillo del hotel Huinid Bustillo y que temió lo peor porque sus hijas los esperaban en una de las habitaciones.
Estacionado en las afueras de un sanatorio, Alfredo decidió contar en primera persona cómo se vivió el impactante momento en el que un alud de barro, ramas y piedras castigó con dureza al edificio en el que se encontraban y que dejó turistas heridos, dos personas que continúan desaparecidas y la muerte de Víctor Jesús González Giovanelli (78).
“Todavía estamos un poco shockeados por lo que ocurrió”, comentó acerca de algo que consideró “una desgracia con suerte” y que tocó muy de cerca a su familia. Es que su esposa, Natalia, es la mujer que las primeras indicaciones señalaban como una de las personas que requirieron de un traslado urgente en ambulancia.
Recordó que, minutos antes de que sintiera una explosión, su esposa había estado sentada, tomando mate, en la misma ventana que luego quedaría cubierta por el alud.
“Transcurrió todo en dos segundos”, detalló sobre el preciso instante en el que se encontraba con parte de su familia a punto de retirarse del hotel para encarar una actividad de esas que los turistas gustan disfrutar en Bariloche. Sin embargo, su esposa decidió volver a entrar porque había olvidado algunas cosas.
“Primero no sabíamos. No entendíamos lo que pasaba, como que algo fuerte cayó y veo tierra sobre la escalera”, dijo acerca de sus primeras impresiones. Alfredo pensó que se trataba de una maceta gigante que había volcado su contenido sobre los peldaños. La alarma del hotel sumó más nerviosismo a ese escenario y solo atinó a correr escaleras arriba para buscar a Natalia.
“Cuando estaba subiendo a la habitación vino toda esa avalancha de tierra, troncos y piedra. A ella la envolvió y la tiró”, describió sobre ese momento en el que se lanzó al barro hasta encontrarla en el entrepiso. Natalia estaba “irreconocible” en ese entonces, toda embarrada, y Alfredo pensó lo peor hasta que ella le habló y le dijo que se encontraba bien.
Pero el temor que sintió Alfredo no desapareció allí. Es que sus hijas aún estaban en la habitación y decidió seguir corriendo escaleras arriba con barro por todos lados. “Por suerte una señora del hotel me abrió la habitación y veo que no estaban”, dijo sobre la calma que empezó a volver al enterarse de que ellas ya habían escapado por otro lado.
Alfredo hoy se encuentra de pie y apoyando la recuperación de su esposa. Su familia fue trasladada al otro edificio del complejo hotelero, en el mismo predio, pero todavía no pudo sacar sus pertenencias de su vieja habitación porque los equipos de rescate no consideran seguro el lugar.
A la familia Blanco todavía le resta algunos días más en la ciudad. Tienen fecha de salida para el viernes y, más allá de lo que les ocurrió, se enfocan en disfrutar las jornadas que quedan por delante.